Es el barrio más antiguo de Atenas. Se conoce como el «barrio de los dioses» por su cercanía a la Acrópolis y el especial ambiente de sus estrechas calles enlosadas repletas de tiendas, restaurantes y tabernas al aire libre.
Su estructura urbanística deriva del período de ocupación otomana, en el cual se sustituyó la urbanización de planta regular, típicamente grecolatina, por una urbanización anárquica, sin planificación, ajustada a los accidentes del terreno, dando lugar a un barrio de calles y callejuelas laberínticas, estrechas y pintorescas, con escaleras y plazas pequeñas.
Al oeste de Plaka se sitúa el barrio de Monastiraki.
Es la plaza principal del barrio. Tomó su nombre de la «Filómosu Eterías» o Compañía de amigos de la Musas (las nueve diosas protectoras de las Artes) fundada en 1813 para difundir los estudios griegos y conservar el patrimonio arqueológico de Atenas.
La plaza se encuentra en la confluencia de las calles Farmaki, Kidathineon, Olimpíu, Dios y Angelu Géronta y está llena de cafeterías, restaurantes, terrazas y tiendas.
El nombre de este barrio, situado en las laderas de la Acrópolis, significa «barrio de los habitantes de Anafi» porque fue construido a mediados del siglo XIX por albañiles de la isla de Anafi (Las Cícladas) que llegaron a Atenas para participar en la construcción del Palacio de Otón, primer rey griego. Sus pequeñas casas encaladas, blancas y azules, de un solo piso, con macetas de geranios en las ventanas, recuerdan las de su isla de origen.
En la Atenas clásica la representacion de obras teatrales en el Teatro de Dionisio estaba patrocinada por ciudadanos adinerados y el que patrocinaba el mejor espectáculo recibía un premio de la ciudad. Cuando Lisícrates obtuvo el año 334 a. C. este trofeo decidió construir un monumento para exhibirlo en la antigua calle Tripodon.
Consta de un basamento cuadrado, sobre el que descansa un pequeño edificio de planta circular con columnas de orden corintio. La cubierta es un bloque de mármol único con decoración de escamas y un remate floral de hojas de acanto que sostenía el trofeo.
En 1658 se fundó, en este mismo lugar, un Monasterio de Capuchinos cuyos monjes compraron el monumento en 1669. Como curiosidad, en el Monasterio se alojó Lord Byron en su segunda visita a Grecia y en los jardines se cultivó tomate por primera vez en Grecia en 1818.