Considerada como una de las Siete Maravillas de la antigüedad. Se encontraba en el templo consagrado a Zeus Olímpico en el Santuario de Olimpia.
La estatua es obra de Fidias en conmemoración de la victoria sobre los persas en la Segunda Guerra Médica. Cerca del templo, se ha encontrado el taller de Fidias y numerosas herramientas del escultor.
La enorme estatua de doce metros de altura representaba a Zeus sentado, portando un cetro en la mano izquierda y una «niké» con alas en la derecha.
Se construyó con una estructura de madera revestida con hojas de oro y marfil (crisoelefantina).
Cuando se terminó la gigantesca estatua apenas entraba en el templo.
Estrabón escribió: «... aunque el templo es muy grande, la estatua de Zeus sentada, casi toca el techo con la cabeza. Tenemos la impresión de que si se levantara rompería el techo del templo».
El ateniense Fidias (490 a. C. - 431 a. C.) llevó la escultura a las cotas más altas de perfección y armonía.
Vivió en la época de Pericles, su amigo y protector, que le encargó la supervisión de los trabajos escultóricos y arquitectónicos de la Acrópolis de Atenas.
Fidias realizó la estatua criselefantina de Atenea Parthenos y diseñó el friso, las esculturas de los frontones y las noventa y dos metopas del Partenón.
El 437 a. C. se trasladó a Olimpia para confeccionar la estatua crisoelefantina de Zeus olímpico, considerada una de las siete maravillas de la antigüedad.
Regresó a Atenas en 433 a. C. donde se le acusó de haber robado parte del oro de la Atenea Parthenos en una maniobra política que pretendía desacreditar a su protector Pericles. Aunque demostró su inocencia, más tarde se le acusó y condenó por blasfemia porque se había representado a sí mismo y a Pericles en la amazonomaquia del escudo de la diosa Atenea. Tras salir de la cárcel se exilió a Olimpia donde murió el 431 a. C.