Monumento funerario construido en Halicarnaso (actual Bodrum, al suroeste de Turquía) por Artemisa II, a mediados del siglo IV a. C., tras la muerte de su hermano y esposo, el rey Mausolo de Caria (Asia Menor).
El conjunto destacaba por la belleza de su diseño y por la riqueza de sus esculturas. En su construcción intervinieron los mejores artistas de la época: Piteo, Bryaxis, Leochares, Scopas y Timotheus.
El mausoleo estaba dividido en tres partes: un podio de planta cuadrangular, una columnata intermedia con 36 columnas y un cuerpo piramidal coronado por una cuadriga. El edificio estaba adornado con numerosas estatuas de mármol que representaban caballos y hombres tallados de forma muy realista, destacando el hecho de que ninguna de las esculturas estuviera dedicada a los dioses de Grecia.
En el siglo XIII un terremoto derribó la parte superior del monumento y sus restos fueron utilizados por los caballeros de Rodas para construir el castillo de Bodrum.
Actualmente, aunque en el lugar no queda casi nada, recibe muchas visitas.
Recreación del Mausoleo de Halicarnaso una de las siete maravillas de la antigüedad.