Esta escultura que representa a Hermes con Dioniso niño en brazos se atribuye al escultor ateniense Praxíteles, del siglo IV a. C. y podría ser la única obra original de este escultor que perdura en nuestros días.
El conjunto escultórico tallado en un bloque de mármol de Paros de la mejor calidad, mide 213 centímetros y la obra completa con la base unos 370 centímetros.
Representa al dios Hermes sosteniendo entre sus brazos a su hermano Dioniso, al que ofrece un racimo de uvas (no encontrado) que el niño trata de agarrar con sus pequeñas manos.
Se encontró el año 1877 entre las ruinas del templo dedicado a Hera en Olimpia y se encuentra actualmente en el Museo Arqueológico de Olimpia.
Desde el punto de vista compositivo la obra muestra un elemento característico de la obra de Praxiteles, el contrabalanceo acusado en la postura del cuerpo de Hermes con el brazo derecho levantado, el izquierdo apoyado en un soporte cubierto con un manto, desequilibrando así el eje de su cuerpo, completado por la curvatura de la pierna y del pie y culminado en la parte superior por la inclinación de la cabeza, de manera que su torso dibuja la denominada «curva praxiteliana», ese esquema en «S» que le confiere una posición lánguida y relajada pero que al mismo tiempo ofrece una sensación de dinamismo.
La cabeza es otro de los puntos de atención de la escultura. Su rostro muestra los ojos entornados, que le dan un aire ausente, de ensimismamiento pese a jugar con su hermano; su boca presenta unos labios carnosos y los mechones rizados del cabello crean un claroscuro que le dotan de expresividad y movimiento.
Es también característico de Praxíteles el magnífico acabado de las superficies con suaves ondulaciones en el modelado, de modo que la luz parece resbalar sobre las superficies, creando una sutil transición entre las zonas de luz y sombra.
Además el rostro y el torso de Hermes muestran un perfecto pulido, casi brillante.
Este alto grado de pulimentado y difuminado del rostro no se aprecia, sin embargo, en la espalda que tiene marcas de los golpes del cincel y el resto de la escultura sólo está pulida parcialmente.
El más renombrado escultor clásico ático del siglo IV a. C. nació en Atenas hacia el 400 a. C.
Sus obras se caracterizan por la llamada «karis» (gracia) ática y la denominada «curva praxiteliana».
Fue el primero en esculpir a una mujer desnuda en una estatua a tamaño natural.
Aunque no queda ninguna escultura atribuible a Praxíteles, nos han llegado numerosas copias de sus obras.
Según la mitología griega, Dioniso es hijo del dios Zeus y la mortal Sémele, hija del rey de Tebas.
Zeus se enamoró de Sémele y bajó a la tierra disfrazado de humano, pero ella lo rechazó. Cuando el todopoderoso Zeus le dijo quien era fue ella la que accedió a ofrecerle sus favores y concibió un hijo.
Estando embarazada Sémele de seis meses, la celosa Hera, esposa de Zeus, disfrazada de anciana le dijo que el hombre que la pretendía no era Zeus, y Sémele, recelosa, obligó a Zeus que se presentara ante ella en su máximo esplendor. Zeus no aceptó pero entonces Sémele le negó sus favores hasta que no le demostrara quien era.
Zeus, lleno de ira, se transformó en rayo y Sémele cayó fulminada pero Hermes consiguió salvar al niño que aún no había nacido sacándolo del vientre de su madre y cosiéndolo al muslo de Zeus donde permaneció durante tres meses hasta el final del embarazo. Es por esta razón por la que se conoce a Dioniso como «el dios nacido dos veces».
Zeus encargó a Hermes que llevara al niño a las ninfas de la montaña de Nisa para mantenerlo oculto y protegerlo de la celosa Hera. La obra representa a Hermes llevando a Dionisio, desde el Olimpo hasta la mansión de las ninfas encargadas de su custodia, en el momento en que Hermes ofrece al niño un racimo de uvas (perdido hoy) con su mano derecha.
El racimo de uvas alude a la posterior vinculación de Dioniso con el vino.
Hermes de Praxíteles. Detalle de la cabeza. Museo Arqueológico de Olimpia.